martes, 8 de enero de 2013
Os presentamos a continuación un repaso por las diferentes lesiones que podemos encontrarnos tanto al realizar una actividad fisica (señalaremos la importancia de realizar un buen calentamiento), como en nuestra vida cotidiana. Empezaremos hablando de las lesiones más básicas seguidas de unas patologías algo más específicas.

  1.Heridas:Lesión que se produce por la aparición de una solución de continuidad en alguno de los tejidos blandos del organismo.
Según el tipo de trastorno provocado, se clasifican en:
-          - incisas, si está provocada por objetos cortantes, como cuchillos, vidrios, navajas, etc.;
-          - inciso-contusa, si la herida es incisa y se produce magulladura y desgarro de los tejidos; y
-             - punzante, si está producida por objetos afilados y largos, como un clavo, un estilete, etc.

     2. Contusión:Lesión producida en los tejidos vivos por el choque con un objeto obtuso; si se produce una solución de continuidad se trata de una herida y si no es una contusión simple. La sintomatología consiste en dolor, coloración rojiza de la región afectada provocada por una vasodilatación, o la extravasación sanguínea y tumefacción consiguiente. Puede ir acompañado de la formación de un hematoma o una colección linfática que se reabsorben poco a poco. La importancia de la contusión depende de la región afectada y la violencia del golpe, pues puede haber lesión de órganos internos. 

     3. Distensión:Estiramiento violento, excesivo y doloroso de los músculos o ligamentos de una articulación.

   4. Contractura:Contracción involuntaria duradera o permanente de uno o varios músculos, sin que exista lesión de las fibras musculares.

     5. Esguince: grado 1, grado 2, grado 3Torsión violenta de una articulación sin que exista luxación ósea, pero en la que puede producirse un pequeño desgarro de fibrillas o una rotura total de ligamentos. El esguince produce dolor, tumefacción e incapacidad para mover la articulación afectada.

    6. Desgarro:Solución de continuidad de los bordes de un tejido producida por un esfuerzo violento, como el desgarro muscular.

  7. Luxación:Dislocación permanente de la articulación habitual de ciertos huesos, ya sea a causa de un traumatismo (directo o indirecto) o por una alteración de los medios de las cápsulas o ligamentos de la misma. Las luxaciones provocan deformidad en la región y un dolor muy intenso.

    8. Fractura:Rotura de un hueso producida de forma espontánea (generalmente en un hueso debilitado por un proceso patológico) o por un traumatismo. En los casos en que la fractura es el resultado de un traumatismo, se dice que es directa cuando se produce en el punto que ha recibido el golpe e indirecta cuando se rompe a cierta distancia del punto de impacto; en este caso la fractura está provocada por un movimiento de torsión, tracción o flexión. Se dice que la fractura es abierta si existe una lesión exterior de la piel y de los tejidos blandos o cerrada, en caso contrario; la fractura puede ser completa si afecta a todo el grosor del hueso o incompleta si no destruye completamente su continuidad. Las fracturas pueden complicarse con otro tipo de lesiones: nerviosas, vasculares, musculares, tendinosas, vicerales o una infección. Clínicamente se manifiestan por dolor, impotencia funcional y deformidad de la zona afectada.

Dentro de las lesiones deportivas más frecuentes, existen otras patologías más específicas, por ejemplo:

1. TENDINITIS POPLÍTEA 
(V. también Tendinitis y tenosinovitis)
El músculo poplíteo se origina en la cara lateral del cóndilo femoral lateral y se inserta en el área triangular de la cara dorsal de la tibia. Limita el desplazamiento anterior del fémur junto con el ligamento cruzado anterior. La carrera en descenso de pendientes y la pronación excesiva tienden a aumentar el desplazamiento femoral anterior y la tensión sobre el tendón poplíteo.



2. DOLOR FEMORORROTULIANO 
(Rodilla de corredor)
El dolor femororrotuliano está producido por una rótula alta (una rótula en posición elevada de origen congénito), plicas (bandas fibrosas insertadas en la rótula), isquiotibiales poco flexibles, tendón de Aquiles poco distensible, tensión del vasto lateral, tracto iliotibial y retináculo lateral, debilidad del músculo vasto medial y ángulo Q (formado entre el tendón rotuliano y el eje mayor del muslo) superior a 15º.
Durante la pronación, la zona inferior de la pierna gira en dirección medial, mientras que el cuádriceps tracciona de la rótula lateralmente y el vasto medial lo hace en dirección medial.
La causa tratable más frecuente es una combinación de pronación excesiva y tracción lateral exagerada de la rótula, que hace que la rótula roce contra el cóndilo lateral del fémur (v. fig.).




3. SÍNDROME PIRIFORME
El dolor ciático puede estar producido por compresión del nervio ciático por el músculo piriforme (piramidal). El músculo piriforme se extiende desde la superficie pélvica del sacro al borde superior del trocánter mayor femoral y, durante la carrera o la sedestación, puede comprimir el nervio ciático en la zona donde el nervio sale bajo el piriforme para colocarse sobre los músculos gemelos y obturador interno.

4. ESGUINCE LUMBAR 
(Dorsalgia del levantador de pesas)
Cualquier fuerza de intensidad suficiente puede producir un desgarro en los músculos y tendones de la zona lumbar. Esto se produce con frecuencia en los deportes que requieren empujar o traccionar contra resistencia elevada (p. ej., levantamiento de pesas, fútbol americano) o un giro brusco de la espalda (p. ej., baloncesto, béisbol, golf).

5. EPICONDILITIS LATERAL 
(Codo de tenista)
Este síndrome por sobrecarga está producido por una tensión mantenida sobre los músculos de la presión (extensor radial del carpo corto y largo) y los músculos supinadores (supinador largo y corto) del antebrazo, que se originan en el epicóndilo lateral del húmero. El dolor comienza en los tendones extensores cuando se extiende la muñeca contra resistencia (p. ej., al usar un destornillador). Si el esfuerzo se mantiene, los músculos y tendones duelen incluso en reposo, y se produce una hemorragia subperióstica, periostitis, calcificación y formación de osteofitos en el epicóndilo lateral.







6. EPICONDILITIS MEDIAL
(Codo de jugador de golf, codo de jugador de baloncesto, codo de portador de maletas)
La flexión y pronación forzada de la muñeca puede lesionar los tendones que se insertan en el epicóndilo medial. Este tipo de fuerza se produce durante el servicio de tenis con mucho efecto (con raqueta pesada, bolas pesadas, empuñadura infradimensionada o servicio con efecto o mucha tensión del cordaje, junto con debilidad de los músculos de hombro y mano), lanzamiento en béisbol, lanzamiento de jabalina o al llevar una maleta muy pesada. Si el Paciente continúa forzando los flexores de la muñeca, el tendón se puede separar del hueso, produciendo una hemorragia subperióstica, periostitis, formación de osteofitos y desgarro del ligamento colateral medial.

7. TENDINITIS DEL MANGUITO DE LOS ROTADORES 
(Hombro de nadador, hombro de tenista, hombro de lanzador, síndrome de pinzamiento subacromial)
El manguito de los rotadores (supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor) mantiene la cabeza humeral en la fosa glenoidea de la escápula. La rotura e inflamación de estos tendones suele producirse en los deportes que requieren movimientos repetitivos del brazo por encima de la cabeza (p. ej., béisbol, natación a estilo libre, espalda y mariposa, levantamiento de pesas y deportes de raqueta). La elevación hacia adelante hace que la cabeza humeral, con el hombro en flexión anterógrada, choque contra el acromión y el ligamento coracoacromial, que rozan contra el tendón del supraespinoso. La irritación crónica puede producir bursitis subacromial, inflamación y erosiones de los tendones. Una fuerza excesiva aguda puede producir una rotura en el manguito rotador. Si se continúa con el ejercicio a pesar del dolor, la lesión progresa a una periostitis y a la avulsión de los tendones de sus inserciones en las tuberosidades del húmero.


8. ESGUINCES DE TOBILLO 
El tobillo está estabilizado lateralmente por el ligamento peroneoastragalino anterior (LPAA), el ligamento peroneocalcáneo (LPC) y el ligamento peroneoastragalino posterior (LPAP). En el esguince de tobillo el primero en romperse por lo general es el LPAA y después el LPC. Si el LPAA está roto, se debe explorar la posible rotura concomitante del LPC: en el 64% de los casos se lesiona sólo el LPAA, mientras que en el 17% también lo hace el LPC. El LPAP se rompe en raras ocasiones.
Las personas con laxitud ligamentosa que tienen una inversión subastragalina exagerada suelen ser propensas a las lesiones por inversión. La debilidad de los tendones peroneos es un factor predisponente, presente en ocasiones, que puede deberse a patología del disco intervertebral lumbar. El antepié valgo, en el que el antepié tiende a la eversión durante el ciclo de la marcha provocando que la articulación subastragalina lo compense mediante inversión, puede predisponer al esguince de tobillo. Algunas personas presentan una tendencia heredada a desarrollar articulaciones subastragalinas con inversión (varo subastragalino).





CAUSAS MÁS COMUNES DE LESIONES
·         Calentamiento previo insuficiente.
·         Calentamiento posterior insuficiente.
·         No hacer estiramientos antes y después del ejercicio.
·         Sobreentrenamiento.
·         Falta de reposo.
·         Calzado incorrecto.
·         Equipo inadecuado.
·         Trabajar el cuerpo en contra de su constitución.
·         Ignorar lo que intenta decirnos nuestro cuerpo.
·         Mala técnica, sobre todo en los ejercicios de fuerza.
·         Ignorar normas de seguridad.
·         No comer adecuadamente.
·         Adicciones: tabaquismo, alcoholismo o uso de drogas.


IMPORTANCIA DEL CALENTAMIENTO:

Podemos definir el calentamiento como la movilización suave y progresiva de todos los músculos y articulaciones para poder posteriormente realizar esfuerzos intensos sin sufrir ninguna lesión y obteniendo el máximo rendimiento.
Objetivos
  • Preparar al organismo para efectuar una actividad más intensa (el organismo se adapta al esfuerzo de forma progresiva) y psicológicamente.
  • Facilitar una estimulación del sistema nervioso y la activación de las funciones vegetativas (cardio-respiratorias).
  • Evitar o reducir las posibilidades de lesiones musculares o articulares debido al incremento de la temperatura corporal.

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